Los caballos no están hechos para la ciudad, no caben en los autobuses ni pueden ir a comprar paja al supermercado. Las yeguas no se sientan en las cafeterías a tomar un café ¡Ni les gusta el café! A ellos y ellas les gustan las praderas y correr y saltar entre las flores.
Por eso los caballos necesitan vivir en el campo. Algunos duermen sobre la hierba y otros en sus cuadras, donde los cuidan.
Hemos estado hablando de todo esto y hemos hecho un pequeño trabajo de educación artística: primero hemos pintado una serie de líneas en una cuartilla de cartulina, cada uno como se le ocurría,
Después hemos pintado con las barritas cada banda resultante de un color diferente y cuando ya estaba seco le hemos pegado pegatinas de goma eva (¡Que cosas tan chulis se pueden comprar ahora en los comercios multiprecio por poco dinero) y con las pegatinas de clase.
Después hemos pintado con las barritas cada banda resultante de un color diferente y cuando ya estaba seco le hemos pegado pegatinas de goma eva (¡Que cosas tan chulis se pueden comprar ahora en los comercios multiprecio por poco dinero) y con las pegatinas de clase.
No se ha puesto ningún reparo en que escogieran los colores que quisieran, precisamente esos tonos brillantes dan luego a los paisajes un aspecto más "mágico" y diferente: atardeceres rojos, mañanas rosadas...
¡Ha sido fácil y nos ha encantado el resultado!
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